Oficialmente, el formato MP3 ha sido asesinado por sus creadores
MP3, el formato de codificación de audio digital, cambió la manera en la escuchamos música y condujo a la adopción de numerosos nuevos aparatos durante las últimas décadas. Ahora, el MP3 está muerto. El desarrollador del formato anunció esta semana que había eliminado oficialmente su programa de licencias.
La historia del verdadero dueño de las patentes que pertenecen a la tecnología MP3 es caótica y complicada. Sin embargo, el Instituto Fraunhofer ha reclamado el derecho a otorgar licencias de ciertas patentes de MP3 a desarrolladores de software que quieren “distribuirlo y/o vender descodificadores y/codificadores” para ello. El anuncio de la empresa que indicó el fin de su programa de licencias fue acompañado por una declaración:
Aunque existen códecs de audio con características más avanzadas que el MP3 disponibles hoy en día, este sigue siendo muy popular entre los consumidores. Sin embargo, la mayoría de servicios de medios de última generación como el streaming o la televisión o la radio usan códecs de ISO-MPEG modernos como los del tipo AAC. En el futuro, usarán MPEG-H. Estos pueden ofrecer más características y una calidad de audio más alta usando una tasa de bites (bitrates) más baja comparado con MP3
La decisión es en gran parte simbólica. Es como cuando todos los fabricantes empezaron a instalar lectores de CR-ROM en vez de lectores de disquetes. Habrán algunos rezagados que seguirán estando a favor de MP3 pero los nuevos formatos serán los estándares. La codificación de audio avanzada (AAC por sus siglas en inglés) fue desarrollado parcialmente por el Instituto Fraunhofer y se considera el estándar hoy en día.
El MP3 está muerto, pero su efecto en el mundo digital ha sido profundo. Permitió una descarga más fácil de archivos de audio durante los días de Internet de banda ancha e impulsó a novatos tecnológicos a unirse a la era digital. El iPod y iTunes también fomentaron una nueva era para Apple y condujo al iPhone, y todos sus imitadores, que determinan cómo nos comunicamos actualmente.
A diferencia de el vinilo o el casete, es poco probable que MP3 experimente un resurgimiento nostálgico. La calidad de audio es basura cuando la comparas con los estándares modernos. Algunas investigaciones han sugerido que la compresión del formato aumenta la percepción de características emocionales negativas percibidas de instrumentos musicales, en detrimento de características emocionales positivas.
En honor al MP3, escuchemos todos la canción (“Tom’s Diner” por Suzanne Vega) que Karlheinz Brandenburg usó como canción de referencia mientras desarrollaba el formato. Abajo de la canción, encontrarás un enlace que muestra todo el audio perdido de la canción cuando se comprime en formato MP3.
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