Aumentan los varones transexuales arrepentidos de haberse amputado los genitales
Cinco años atrás, el profesor Miroslav Djorjevic, el mejor cirujano especialista mundial en reconstrucción genital, recibió a una persona en su clínica de Belgrado. Era un hombre que en el pasado se había hecho amputar el pene y los testículos, pero ya había cambiado de idea.
Fue la primera vez que el doctor Djordjevic se encontraba con alguien que le requería para una suerte de “cirugía reversiva”.
En los siguientes seis meses, otras seis personas contactaron con el cirujano para pedir lo mismo: que sus cuerpos volvieran a su diseño biológico natural.
Estos pacientes provienen de diferentes naciones occidentales y lo que les une es una fuerte sensación de arrepentimiento.
Aquellos que piden recuperar sus órganos originales, suelen hablar de niveles de depresión tras la primera operación que en algunos casos les llevan a pensamientos suicidas
Djordjevic tiene lista de espera. Al menos está discutiendo seis casos nuevos con su equipo y además tiene ya aprobados dos procesos de cirugía reversiva.
Volver a unir los genitales masculinos es un proceso muy complejo que necesita de varias operaciones a lo largo de un año hasta que se completa, con un coste de unos 18.000 euros.
Aquellos que piden recuperar sus órganos originales, suelen hablar de niveles de depresión tras la primera operación que en algunos casos les han llevado a tener pensamientos suicidas. Sin embargo, según denuncia Djordjevic a la mayoría de ellos nadie los escucha.
Una universidad británica se niega a investigar sobre operados arrepentidos porque es políticamente incorrecto
La pasada semana se dio a conocer que la Universidad Bath Spa del Reino Unido se negó a admitir una propuesta para investigar sobre las personas arrepentidas de haber apostado por una modificación quirúrgica de sus órganos sexuales debido a que es “políticamente incorrecto”.
James Caspian, un psicoterapeuta especializado en trabajar con personas transexuales fue quien propuso la investigación. El origen de la iniciativa está precisamente en una conversación que mantuvo con el doctor Djordjievic en 2014 en un restaurante de Londres.
En ella, el cirujano le transmitió su preocupación por el aumento de casos de transexuales arrepentidos y la falta de estudios académicos al respecto.
Tal y como ha contado Caspian, la universidad aprobó la investigación en un inicio. Pero al explicar algunos detalles de por dónde iba a transcurrir la investigación, la remitieron al comité ético universitario, que la rechazó por miedo a las críticas de la propia universidad y, por supuesto, de los medios de comunicación estrechamente vigilados por el lobby LGTBI.
El doctor Djordjevic antes de cualquier operación, exige una evaluación psiquiátrica de entre uno y dos años, seguido de un estudio hormonal y terapia
Mientras la investigación discurre, Djordjevic, que realiza unas 100 intervenciones al año tanto en su clínica en Belgrado como en el hospital Monte Sinaí de Nueva York, ha preferido no dar su opinión concreta sobre el rechazo de la investigación, pero admite que se siente desconcertado ya que hay una necesidad desesperada de comprender mejor el fenómeno de los cambios de sexo.
“Definitivamente, la cirugía reversiva y el arrepentimiento de personas transexuales es uno de los temás más espinosos. Tenemos que apoyar cualquier investigación en este campo”, ha asegurado al rotativo británico The Telegraph.
Djordjevic, con 22 años de experiencia en la cirugía de reconstrucción genital, trabaja bajo premisas muy estrictas. Antes de cualquier operación, exige una evaluación psiquiátrica de entre uno y dos años, seguido de un estudio hormonal y terapia.
Además, requiere dos cartas de recomendación de profesionales por cada persona y trata de tener el mayor contacto personal con sus pacientes después de la cirugía. En la actualidad, mantiene conversaciones con el 80 por ciento de sus antiguos pacientes.
Hasta la fecha todas las cirugías reversivas que ha realizado ha sido de varones por encima de los 30 años que desean ver restablecidos sus genitales masculinos
A través de este intercambio de información con aquellos a los que ha ayudado a recuperar los órganos sexuales que se corresponden con sus marcadores genéticos, Djordjevic asegura que tiene preocupaciones reales sobre el nivel de evaluación psiquiátrica y acompañamiento que estas personas reciben antes de la operación de amputación y simulación quirúrgica del nuevo sexo.
Djordjevic teme que el dinero esté en la raíz del problema y asegura que sus pacientes arrepentidos le explican que cuando hicieron consultas preliminares sobre sus operaciones se les respondía que enviaran un cheque a cambio.
“He oído historias de personas que acudían a quirófanos de los que sólo se comprobaba si tenían dinero para pagar. Tenemos que parar esto”, denuncia el doctor.
Baja la media de personas que quieren modificar sus genitales
Hasta la fecha, todas las cirugías reversivas que ha realizado han sido de varones por encima de los 30 años que desean ver restablecidos sus genitales masculinos. A lo largo de las últimas dos décadas, la media de edad de sus pacientes ha decrecido más allá de la mitad, pasando de 45 a 21 años.
Mientras la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Transexual establece que nadie por debajo de los 18 años debe someterse a una cirugía de cambio de sexo, el profesor Djordjevic teme que se baje pronto este límite de edad para incluir a menores.
Si se llegara a esa situación el doctor no seguiría tal recomendación: “Me da miedo lo que suceda en cinco o diez años con esa persona”.
Los hospitales del Reino Unido especializados en la materia se han multiplicado de forma dramática en la última década. El pasado mes de abril, la fundación Tavistock and Portman, única dedicada a los adolescentes en Inglaterra, registró 2.016 casos en su servicio de desarrollo de la identidad sexual, un 42 por ciento más, comparado con el año anterior, 2015, que en sí mismo había aumentado un 104 por ciento respecto a 2014.
La clínica subraya que la mayoría de los casos de jóvenes no terminan con tratamientos de cirugía. En todo caso, hay controversia sobre el tratamiento en menores para el cruzamiento hormonal sexual, en especial por la falta de regulación en el sector privado.
Recientemente, se ha descubierto que una doctora, Helen Webberley, estaba siendo investigada por el Consejo Médico General debido a las quejas presentadas por dos médicos que denunciaron que estaba tratando con hormonas a menores de 12 años.
Webberley considera que no hace nada malo y se parapeta en la opinión de que “hay muchos menores de 16 que están desesperados por empezar lo que consideran que es pubertad natural”.
Djordjevic piensa de forma distinta y admite que tiene profundas objeciones sobre el tratamiento de menores con medicamentos homonales antes de que alcancen la pubertadya que bloquear ciertas hormonas antes de que se hayan desarrollado de forma suficiente significa que pueden darse mayores dificultades en la cirugía de modificación genital externa.
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